top of page

Mi media sandía - Capítulo 10: Ama a tu prójimo


El precepto que exige “Ama a tu prójimo como a ti mismo” De hecho, basta con preguntar “¿por qué debería hacerlo?”, “¿qué beneficio me aportaría?”, para percibir el absurdo carácter de la exigencia de amar a nuestro prójimo, a cualquier prójimo, por el solo hecho de ser nuestro prójimo. Si amo a alguien, es porque esa persona debe merecerlo de alguna manera… “Y lo merece si en ciertos sentidos importantes es tan semejante a mí como para que pueda amarme a mí misma amándole a él, y lo merece si es más perfecto que yo misma como para que pueda amar en él el ideal de mi propia persona…” *

¿Y tú lo mereces? Tu absoluta sinceridad y transparencia, siempre hablas lo que piensas, dejando de lado eso a lo que le llaman “quedar bien”. Que más dará lo extraño que suene, vamos a convertirlo en palabras. Siempre tú. Y siempre tú en tus palabras. Y qué valor. Esa independencia tuya, esas alas que te llevan a tocar las nubes. Las nubes y más. Porque solo te vales. Porque de que otra forma conocerse. Sabes sentirte solo y solo te creces. Una vitalidad tan gigante, energía y buen rollo que no cesan. Siempre más y siempre es poco. Porque lo que toca hacer siempre es mejor hacerlo con una sonrisa. Porque sonreír no te cuesta y porque ser feliz te es fácil. Y joder, que bien lo haces, casi tanto como a mí me gustaría. Y me sorprendes. Y me fascinas. Y me enamoras. Mis tres pilares. Mis tres pilares en uno. Y entonces dime, como no voy a idealizar, como no voy a querer. Te idealizo. Te quiero. Te todo.

*Zygmunt Bauman

6/09/2016

bottom of page