top of page

Mi media sandía - Capítulo 8: La soledad y vosotr@s


Solía disfrutar estando sola, a mi bola, a mi antojo. Yo y después yo. Yo y solo yo. ¿Qué pasa hoy? Me siento cansada, algo ha cambiado. Entonces pienso. Pienso y pienso. De algo deberá servir estar conmigo y tan solo conmigo. Analizo. Un libro entre mis manos. Papel y lápiz al alcance de mis dedos. Maravilloso paisaje. Sonido de agua que corre. Paz y armonía. Un hilo de luna baña de amarillo el cielo. Morgan reclama su dosis de cariño. Amor y compañía. Y me falta algo. Siento nostalgia por mis rincones. Quizás ya no necesito estar sola de esta manera, quizás ya tengo mis espacios, quizás ya los he creado y ahora, me faltan. Las cosas cambian, los momentos son distintos y mi vida es otra. Así que quizás ya no necesite una meta diaria que dirija el son de mis pasos, quizás necesite un lugar reconfortante, conocido y acogedor donde caer, donde cuidarse sea fácil y mimarse no este de más. La soledad siempre va bien, te hace grande por muy pequeña que te sientas. Te crece. Te enseña. Te todo. Pero quizás ya no anhelo una soledad tan duradera, se queda grande a mis necesidades y es que quizás he encontrado personas tan maravillosas que no vale la pena derrochar tanto tiempo en una misma. Nunca desaparecerá del todo, siempre estará ahí mi afán por ser libre e independiente, por estar conmigo y tan solo conmigo, pero en este preciso momento sois tan grandes en mí que vuestra presencia en mis días me hace crecer casi tanto como yo misma lo hago.

Gracias por ser una de ellas

5/09/2016

bottom of page