Mi media sandía - Capítulo 9: SUEÑOS. Él en mí

Pierdo la mirada en el horizonte, desdibujo la línea de mar que visualizo y empiezo a crear. Ahora todo pasa rápido ante mis ojos, paisajes y más paisajes a través de los cristales de la furgoneta. Nómada como ella sola. Viaja sin parar, sin cansarse de los conocimientos que le brinda el mundo. De país en país, de cultura en cultura, de aprendizaje en aprendizaje. Agarro el volante, con firmeza, con seguridad. Fijo la mirada, vislumbro mis dedos, giro la cabeza y ahí esta él. Pero de todo una se cansa. Y sigue volando. Abro las alas y, por supuesto, la mente. Ahora todo verde. Y montañas que me comen y ríos que me beben. Y mi casa, pequeñita, insignificante, en medio de la nada. Y repleta de árboles. Y repleta de huertos. Y repleta de animales. Toca cuidar la tierra, aquella que sustenta mis pasos, aquella que me da de comer. Así que mis manos se ponen a trabajar. Fijo la mirada, vislumbro mis dedos, giro la cabeza y ahí esta él. Pero los cambios siempre son buenos. Ahora todo nuevo, a cada paso algo nuevo. Con mi casa en la espalda. Aprendiendo que con poco se vive y que con poco se sonríe. Lejos de casa, muy lejos y a cada paso más lejos. Asia, Australia, América. Cuanto de todo y que poco de nada. Haciendo para vivir y viviendo para ser feliz. Intercambios, mercados y más. Mis manos empiezan a crear. Crean de la nada y en todo se convierten. Fijo la mirada, vislumbro mis dedos, giro la cabeza y ahí esta él. Él en mi furgoneta. Él en mi verde. Él en mi viaje. Él en mis sueños. Él en mi vida y él en mí.

6/09/2016

#Mimediasandía